Alba Vivancos
Al entrar en Facebook, lo primero que aparece es un mensaje para iniciar sesión o crear una cuenta nueva. Este es el jardín vallado de Facebook del que ha hablado este jueves el director de Evoca Media y experto en estrategia y transformación digital, Pepe Cerezo, durante la charla a los alumnos de la Universidad Carlos III de Madrid sobre los modelos de suscripción de los medios de comunicación.
Al entrar en Facebook, lo primero que aparece es un mensaje para iniciar sesión o crear una cuenta nueva. Este es el jardín vallado de Facebook del que ha hablado este jueves el director de Evoca Media y experto en estrategia y transformación digital, Pepe Cerezo, durante la charla a los alumnos de la Universidad Carlos III de Madrid sobre los modelos de suscripción de los medios de comunicación.
“Los que habían
creado las reglas del juego dominan gran parte de la partida”, ha expresado en
referencia a empresas como Google o Facebook. Este último inventó un modelo
nuevo en Internet, frente al posicionamiento en la web en función de palabras
clave que dirige Google. Este se basa en los jardines vallados creados de forma artificial: una zona que se
cierra al proceder al registro, como si de una valla se tratara, para tener más
control y generar así exclusividad. Para ello, unos algoritmos concretos
generan jerarquías para que cada uno obtenga una respuesta distinta. Con esta
ventaja comparativa ha crecido esta red social: “Que cada uno tenga una
experiencia diferente y exclusiva” a través del muro de Facebook. La estrategia
de Google también se basó en el concepto de exclusividad y escasez, que viene
dada por el posicionamiento web: “Hicieron escaso un espacio publicitario para
que valiera más”.
Actualmente hay un
auge de la publicidad y el marketing en el modelo periodístico. “Venimos de un
mundo que no era digital... Antes, los periodistas vivían muy alejados de lo
que era el negocio. Ahora, es necesario saber del negocio y de tecnología.
Interpretar el mundo digital va a permitir hacer mejor el trabajo”. Cuando un
periodista escribe una noticia tiene que saber cómo funciona la publicidad, la
fotografía, la interacción con los usuarios y otros factores tecnológicos,
porque es importante entender cómo el periodismo impacta en los usuarios.
Por esta razón se
habla ahora y no antes de los modelos de suscripción: se han generado cambios
muy importantes, sobre todo, en el funcionamiento de la economía digital y su
transformación. Hasta ahora, los medios tradicionales han vivido gracias a la
publicidad digital. Pero, con la llegada de plataformas digitales como Google y
las redes sociales, este modelo se rompe. Hoy en día, la publicidad digital se
concentra solo en unos pocos: “El 80% de la publicidad digital está en manos de
muy pocos: Google, Facebook, Amazon…”.
Las plataformas de
doble cara son plataformas tecnológicas que están triunfando actualmente porque
son capaces de aunar la oferta y la demanda. Empresas como Uber o Airbnb
unifican estas dos variables y han sido capaces de monetizarlo gracias a la
especialización, la personalización, la gestión del data o la gestión de
usuarios y sus datos.
De esta forma, los
medios tradicionales han ido perdiendo poco a poco la relación con el usuario y
el lector y toda la información que podrían haber obtenido de ellos. Los
periódicos saben muy poco de quién les lee, mientras que las plataformas lo
saben todo e incluso pueden predecir cómo vamos a ser en un futuro. Por ello,
se está viviendo un momento histórico y un punto de inflexión: “Cómo van a ser
capaces de sobrevivir va a ser fundamental”.
Medios de
comunicación como El Mundo o El País ya intentaron en el año 2000 cambiar su
modelo de negocio tradicional hacia los muros de pago. Sin embargo, esta
estrategia falló al imponer modelos de pago, al cerrar los contenidos gratuitos
y hacerlos completamente de pago y los medios tuvieron que volver al modelo
clásico porque se cayeron los ingresos de la publicidad. Las barreras de
entrada de un modelo físico son muy altas por las concesiones del Estado, pero
la escasez venía por la parte de los ingresos. No se conocía cómo funcionaba el
mundo digital, donde todo es infinito, no en la creación, pero sí en la
distribución: “Los medios no supieron poner formas de escasez al modelo
digital”. Había que tener audiencias gigantes en un mundo de superabundancia y
hasta día de hoy era imposible. Es el momento adecuado para crear modelos de
suscripción porque los medios ya han aprendido.
Es relevante que lo
usuarios paguen por lo que consumen y que además, valoren, critiquen y
aprecien. El muro de pago (paywall) es una tecnología, pero no es modelo, el
modelo es el de las suscripciones (relación comercial que se establece entre
marca y usuario). Es decir, pagar directamente con dinero datos y registros
para tener acceso a una serie de servicios y productos a lo largo del tiempo.
“Hay que generar una relación de confianza en el tiempo, sino, la suscripción
se cancela”.
Hay muchas maneras
de introducir suscripciones. El New York Times ha sido el primero en usar el
llamado modelo poroso, el cual presenta más flexibilidad y admite el acceso a
una serie de contenidos en función de unas reglas previamente establecidas que
decide el editor. No obstante, esto solo es eficiente en marcas muy
consolidadas como Financial Times o The Economist. en España, medios como El
País ya permiten entrar en ese jardín vallado: regala la posibilidad de ver 10
noticias gratis y si el contenido se ajusta a tus gustos, las siguientes
tendrás que pagarlas. En Europa también reina el modelo freemium: el medio
dispone de ciertos contenidos premium bajo llave para sus suscriptores y el
resto son gratuitos. Pero, este último modelo únicamente funciona si el medio
ofrece contenidos muy exclusivos. Estas formas híbridas han permitido que no
caiga la publicidad.
“Nosotros diremos a
nuestros hijos que teníamos un internet gratuito. Vamos hacia una economía
digital que mayoritariamente será de pago”. De los 20 millones de usuarios que
tienen medios como El País o El Mundo, solo el 5% lo visitan diariamente. Es
evidente que las redes sociales han influido en esto: la información que antes
únicamente se podía consumir a través de los medios de comunicación, ahora se
puede leer en las redes sociales. Pero, existe una diferencia: “Los medios
tienen capacidad de generar agenda”. Un ejemplo de ello es The Guardian, pues
cambió el concepto de cambio climático por el de crisis climática.
A partir de hoy, va
a ser importante que un medio tenga capacidad de sobrevivir de forma
independiente. Los modelos de membresía parecidos a lo implantado por
eldiario.es, con ingresos provenientes de los lectores, que pertenecen a un
club y disponen de servicios y facilidades, aportan valor y credibilidad a la
marca.
Todo esto va a
marcar el futuro de los medios y es posible que alguno sobreviva, pero se
necesitan cambios de estructura y mentalidad y no está muy claro si habrá sitio
para todos. Por ello, el papel de los lectores es fundamental: hay mucha
información gratuita, pero la decisión de qué tipo de información y relación se
quiere con las marcas, y si van a ser capaces de pagar por ello o prefieren la
conformidad y la gratuidad, es de los lectores. “Es un momento líquido y de
iniciación, Internet lleva 15 años, pero solo acaba de empezar. Yn tiempos
líquidos nadie tiene seguridad, va a depender de los lectores y de la masa
crítica”. La información propiamente exclusiva siempre ha sido propiedad de las
élites, por ello hay que crear contrapesos para que todo el mundo pueda acceder
a ella, pero esto es independiente a los modelos de suscripción, pues la
formación también tiene un gran peso en esta historia. Actualmente hay gente
muy informada y gente que solo consume fake news, pero “No hay recetas
exclusivas”. Si existen contrapoderes, “es necesario que la prensa se consolide
económicamente para poder hacer buen periodismo”.
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